Existen muchos factores a considerar cuando evaluamos hacer la consulta a un veterinario para atender las necesidades de salud de nuestras mascotas. Debajo te contamos las principales ventajas de recibir un veterinario en tu casa. ¿Conviene llamar un veterinario a domicilio? Seguro te vas a sorprender.

Un veterinario a domicilio puede resolver gran parte de las consultas

Quizá no lo sabías, pero alrededor de un 70% de las consultas veterinarias se pueden resolver a domicilio. Aproximadamente la mitad de los casos se asocian a controles rutinarios y aplicación de las vacunas o desparasitaciones necesarias, tanto para perros como para gatos. Para los demás casos, si el problema no reviste la gravedad o complejidad que requerirían traslado de la mascota a un centro especializado, podría también resolverse en casa.

De este modo, los implementos que un médico porta consigo como estetoscopios, guantes, antisépticos, medicinas, y por supuesto, la mano experta del veterinario, resultan suficientes para darle una grata solución a la mayor parte de las consultas habituales.

Por supuesto, en caso que el veterinario a domicilio no pueda resolver la situación, tu mascota siempre estará acompañada por este profesional para derivarlos a un centro de mayor complejidad.

La visita de un veterinario en casa puede disminuir el estrés y el miedo

Para muchos animales, la visita al consultorio veterinario puede conllevar situaciones de miedo y malestar. Cualquiera que haya intentado convencer a un gato de entrar a su caja transportadora, o subir a un perro en la fría camilla de un consultorio, sabe de qué hablamos. Muchas veces el animal se ve obligado a pasar un largo rato en la sala de espera con otros animales y esto también genera estrés: olores, ruidos, imágenes. Todos elementos ajenos a su ambiente.

En ciertos casos este hecho deriva en la imposibilidad de atención adecuada del paciente. Los gatos, al pertenecer a una especie con características más territoriales que los perros, corren riesgos de estresarse más en ambientes extraños. Si aparte nuestra mascota se encuentra enferma, vamos a estar sumando factores de estrés a nuestro compañero. Como dato extra, el estrés puede enmascarar signos clínicos y hacer aún más difícil el adecuado diagnóstico.

Un veterinario a domicilio puede ser la solución a estos problemas, al atenderlo en el ambiente que le resulta familiar y con la gente con la que se siente a gusto. De este modo, al estar más relajado, probablemente también sea más fácil para el veterinario revisarlo y aplicar el tratamiento necesario.

Una consulta veterinaria en casa puede evitar la exposición innecesaria a infecciones

Hay determinados momentos en la vida de las mascotas en que el sistema inmune puede no protegerlos de algunas infecciones. Los cachorros en pleno periodo vacunal, los animales inmunodeprimidos (inmunodeficiencia felina, pacientes oncológicos) o estresados se encuentran particularmente expuestos a las enfermedades infecto-contagiosas. La visita a una clínica o consultorio veterinario implica muchas veces tener contacto con otros perros y gatos enfermos o portadores de enfermedades que podrían contagiar a nuestra mascota.

Realizando las consultas en nuestro hogar evitamos el contacto directo con otros animales, potenciales fuentes de contagio.

Un veterinario a domicilio optimiza nuestro tiempo

El ritmo de vida actual hace que a veces no dispongamos de tiempo para trasladar a nuestra mascota a una clínica veterinaria en el horario en que está abierta o cuando nos dieron el turno. Justo a esa hora tenemos una reunión de trabajo, o tenemos que llevar a nuestro hijo a un cumpleaños. Se complica la logística. Manejamos agendas con muchas ocupaciones: horarios laborales, llevar y traer los niños de la escuela, hacer las compras, participar de eventos sociales, etc.

Pero que no cunda el pánico… porque aquí está nuestro héroe: un veterinario a domicilio puede resolver nuestros problemas de agenda, ya que en general manejan horarios flexibles y hasta acomodan sus propias agendas para adaptarse mejor a las necesidades de una sociedad más complicada con los tiempos. Sin duda, puede ser nuestra mejor opción en estos casos. 

La comodidad del hogar no tiene comparación

Nuestras mascotas son seres que amamos y un integrante más de la familia. En sincronía con el manejo de una agenda más flexible, tampoco podemos dejar de mencionar la posibilidad de ser atendidos en nuestro propio hogar.

Hoy existe una variedad de servicios y opciones para hacer casi todo desde nuestras casas. Con un veterinario a domicilio ya no es necesario desplazarse en el tráfico caótico para llevar a tu mascota hasta el consultorio, ni esperar largo rato en una sala de espera llena. Sólo acordás un turno con el veterinario y acude a tu casa a la hora pactada, mientras vos aprovechas tu tiempo con otras tareas.

A esto podríamos sumar que usualmente la atención en casa suele ser más cálida y personalizada. El veterinario podrá realizar una observación del ambiente en el que vive su paciente, para así realizar diagnósticos más precisos e integrales. De este modo podríamos ver al veterinario que acude a casa como el médico de cabecera de nuestra mascota, alguien en quien confiar.

¡Tu mascota, por su lado, no podrá estar más agradecida!

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